China le será fiel a la Federación Rusoasiática. Así lo ha hecho saber «in extremis» en un comunicado dirigido a los medios donde hace constancia la incapacidad de llegar a un entendimiento con el abanderado de la Liga de las Democracias: EE.UU."Desde el Ejecutivo chino queremos denunciar la postura que ha tomado durante las últimas horas el gobierno de Estados Unidos, totalmente intransigente, y que en los momentos de gran necesidad internacional ha respondido a nuestro llamamiento, un llamamiento por la paz mundial, con un discurso cargado de ambigüedades, resentimiento y afirmaciones que nada tenían que ver con lo urgente de la situación", ha explicado la delegación china. Por este motivo, Pekín habla de un «conflicto perpétuo» ante la incapacidad de los ejecutivos chino y norteamericano de dirimir la crisis en Oriente Medio a través de la diplomacia.
"Dados nuestros vanos esfuerzos por disminuir las diferencias internacionales, no nos queda otra vía que la de mantenernos, junto a nuestro socio, la Federación Rusoasiática, como miembro de la Liga Panasiática, en una guerra económica que no favorece a nadie y que perjudica a muchos, puesto que la salud de la economía estadounidense y europea se va a resentir por mucho tiempo, debiendo responder los actuales gobernantes, tanto europeos como norteamericanos, ante la voz ciudadana en sus futuras elecciones".Por último, China ha acusado en su comunicado a EE.UU de ser la responsable del fracaso de la negociaciones en Oriente Medio debido a su "intransigente política imperialista". Una intransigencia cuyo único resultado es, aseveran, la perpetuación en el tiempo de enemistades internacionales como la que ahora se inicia entre ambos ejecutivos y que se antojan del todo irreconciliables a la luz de los últimos acontecimientos
Una estrategia poco definida
Por su parte, Washington se ha apresurado a replicar el comunicado chino a quienes han acusado de ser los únicos y verdaderos responsables del desenlace trágico que ahora se cierne sobre Oriente Medio por su actitud ambigua e indefinida durante todo el conflicto. Washington lamenta que todos los esfuerzos diplomáticos realizados hoy por la Liga de las Democracias hayan caído en saco roto por la "intransigencia" de las autoridades chinas. "Les hemos ofrecido de todo, como compartir las reservas de petróleo (un 30% para los norteamericanos, un 30% para los chinos y un 40% para los iraníes) y no lo han aceptado porque reclamaban la descabellada exigencia de apoderarse con cerca del 90% de la producción de crudo de Irán", señalan fuentes del ejecutivo yanki. En este sentido, Washington reitera que:
"No consideramos que se deba hablar de “conflicto perpetuo” como se ha apuntado desde algunos medios de comunicación, ya que las líneas de actuación durante esta crisis por parte del Partido Nacional Chino han dejado ver una estrategia poco definida, con enormes inseguridades por parte de los miembros de la delegación que se han traducido en actuaciones que se deshacían con la misma rapidez que se proclamaban; con lo que ésta puede resultar ser una decisión poco consensuada y algo precipitada, como ya se ha dado anteriormente".A la vista de estos últimos acontecimientos, todo parece indicar que hoy comienza en Oriente Medio y en todo el mundo una nueva era. Una vez más el bipolarismo vuelve a ser las señas de identidad de una comunidad internacional que vuelve a tropezar dos veces en la misma piedra. De la cordura de los dirigentes políticos depende ahora que la bipolarización se convierta en una guerra abierta que, esta vez sí, no beneficiaría a ninguna de las partes implicadas.