sábado, 27 de marzo de 2010

EE.UU rompe por completo sus relaciones diplomáticas con China


Tal y como ha podido saber esta agencia en primicia, Washington acaba de romper por completo sus relaciones con Pekín como consecuencia de la decisión de éste último de alinearse en la Liga Panasiática con Moscú. Según el Gobierno norteamericano, la delegación china no ha querido atender a razones y ha rechazado todas y cada una de las propuestas de acercamiento establecidas por Washington, especialmente en lo que al suministro energético respecta. "Durante este encuentro, hemos recordado a China que, según los informes de nuestras agencias de inteligencia, los recursos energéticos de la Federación se están acabando ya, de modo que en cuestión de 6 ó 7 años no podrán satisfacer su propio consumo", alertan fuentes norteamericanas.

Sin embargo, y a pesar de esta advertencia, Washington explica que China ha preferido ceder al "chantaje" de la Federación y renunciar a las «cordiales relaciones» que, hasta el momento ambos países habían manentenido. Esta ruptura redundará, a su vez, en las inversiones de capital de EE.UU en el gigante chino. En este sentido, Washington ya ha anunciado que retirará sus inversiones de China en consonancia con la ruptura del diálogo diplomático entre ambas potenicas. Una decisión que podría herir de gravedad a un país que, como China, se encuentra en plena expansión económica

Divergencias en el Gobierno Chino
Por otra parte, la Secretaria de Asuntos Exteriores de EE.UU, Lucía Pérez, ha confirmado a nuestra agencia la existencia de divergencias en el seno de la delegación china. «Les hemos dado un plazo hasta media tarde de hoy para que dieran una última respuesta a nuestras propuestas y, aunque las han rechazado todas de pleno, sabemos de primera mano que no todo el equipo de gobierno chino estaba de acuerdo con esta postura», explica Pérez. Esta circunstancia, concluye la Secretaria de Asuntos Exteriores norteamericana, evidencia la «falta de legitimidad» del gobierno Chino, cuyas divergencias internas parecen explicar la deriva que el gigante asiático parece tener durante toda la crisis.