La tensión internacional crece a la espera de que China se decida y responda al ultimátum lanzado por la Unión Europea. De momento, la Federación Rusoasiática confía en su aliado oriental y en que éste pueda conseguir una salida beneficiosa para la Liga Panasiática. Y es que consciente del protagonismo que China ha alcanzado en las últimas horas, la Federación ha relegado "en manos de la diplomacia china la resolución definitiva del conflicto".
En un comunicado enviado a la redacción de INN hace escasos minutos, el gobierno ruso ha indicado que actuará en función de los éxitos o fracasos de estas negociaciones entre China y la Liga de las Democracias. Pese a que el Ejecutivo de Barsky ha destacado su deseo de que se alcance una solución pacífica de la crisis intenacional, se ha despachado sin complejos señalando que no dudará hacer uso de la fuerza para "castigar a los culpables" y el diálogo fracasa.
De hecho, la posición de Pekín aún es desconocida a la comunidad internacional. Por un lado, China se arriesga perder todo el mercado europeo y americano con las consecuencias negativas que ello tendría para su economía pero, por otro, podría quedarse sin los recursos energéticos procedentes de la Federación. Así, la decisión está en el aire y la tensión aumenta a pasos agigantados.