La salida dialogada a la crisis parece cada vez más lejana. En la mañana de hoy, tras una cumbre entre EEUU, Unión Europea e Iran, la Unión ha lanzado un duro ultimátum a China. Tras la decisión de la Liga Panasiática de cortar los recursos energéticos a Turquia, la reacción de las democracias ocidentales no ha tardado. Le respuesta ha sido un ultimátum en el que se pide a China:
- dejar de apoyar la Federación rusioasiática
- volver a apoyar Iran y el bloque ocidental de manera que Rusia se quede aislada y cerrada en su política agresiva e injustificada (se subraya la demonstrada estrañeza de Iran en financiar los ataques terorísticos por los cuales la acusa la Federación)
De no cumplirse estas instancias antes de las 15.00 de hoy, China se enfrentará a:
- el total embargo de importaciones y exportaciones con la intención de dañar sus resursos económicos y hacerle imposible la financiación de una guerra;
- la retirada de los embajadores y consules de la Union Europea en territorio panasiático;
- la expulsión de los embajadores chinos y rusos de los territorios de competencia de la UE.
Parece evidente que de cumplirse estas amenazas China sufriría un evidente daño en su economía puesto que China tiene el 70% de su mercado localizado en el mundo ocidental. Además, esta situación debilitaría la solidez de la Liga Panasiática.
