El presidente de la República Popular China, Rafael Arteaga, anunció ayer que su país está dispuesto a permitir que se atente contra “los intereses comunes de naciones amigas como Irán y China”. Sin dar nombres, el mandatario chino se negó a participar en posibles negociaciones con aquellos actores internacionales que, a su juicio, persiguen debilitar los intereses de su alianza con las autoridades iraníes.Según ha podido saber International News Network, en las últimas horas responsables de la Federación Rusoasiática están intentando, sin demasiado éxito, tender puentes de diálogo con otras potencias después de que tras estallar la crisis se hayan quedado sin aliados en la escena internacional.
Así, la postura del Partido Nacional Chino parece evidente. No obstante, Arteaga abría la puerta a negociar bajo la condición sine qua non de que en cualquier mesa de diálogo “estén incluidas las investigaciones pertinentes en torno a la red establecida entre el Grupo Terrorista Neo y la Federación Rusoasiática”.
Finalmente, el presidente de la República Popular China apuesta por “establecer una paz internacional duradera, en la que se establezca un orden internacional justo y equilibrado” en el que “no se enmascaren ciertos Estados que actúan a través de una organización tan poco legitimada como la ONU”. Un claro aviso a quienes intentan que las Naciones Unidas medien en el conflicto.
