martes, 23 de marzo de 2010
Un niño malo, un 'ménage à troi' y un territorio buffer (Tribuna)
En el patio del colegio cuando se elegían los equipos para jugar a fútbol siempre había un niño al que ninguno de los capitanes quería escoger. Algo parecido le pasa a Leonid Barsky, nadie quiere jugar con él. Y eso que él se esfuerza en agradar. Es consciente de que ha hecho una travesura intentando quitar los juguetes a su compañero de pupitre de origen iraní y ahora lo está pagando.
Las informaciones que nos llegan apuntan que Barsky está haciendo lo imposible por hacer las paces y buscarse nuevos amigos. No obstante, de momento, todos le han dado calabazas pues no quieren saber nada del chico malo de la clase. Ellos, además ya tienen sus grupitos y sus mejores amigos.
Esto coloca a Barsky en una complicada situación pues sus compañeros han hecho buenas migas y lo han apartado. Los alumnos de Estados Unidos mantienen su buena relación (como siempre) con los israelíes y han buscado también el amparo de los europeos para asegurar su control del patio. Un ménage à troi muy rentable que les garantiza el éxito en caso de pelea. Además, Europa ha convencido a sus nuevos aliados turcos para que actúen de territorio tapón, un movimiento inteligente y tranquilizador para sus intereses. Los otomanos comparten frontera con Irán y la Federación Rusoasiática y se convierten en un buffer ante una eventual escala bélica en el patio de colegio que se ha convertido Oriente Medio.
Y es que el recreo está estos días muy revoloteado habrá que ver si Barsky se enfada y empieza a dar patadas o renuncia y se vuelve a su pupitre con la cabeza gacha